domingo, 26 de agosto de 2012

CUESTIÓN DE PRINCIPIOS

Teniendo en cuenta los turbulentos años que han vivido a nivel político y económico, no deja de ser curioso que Argentina haya destacado en los últimos tiempos por sacar un cine de una calidad increíble, combinando lo mejor de sus anteriores generaciones y una savia nueva que se ha acoplado como anillo al dedo a un estilo que parece aunar lo mejor de la comedia italiana, con la española y una dosis de ingenio propio.
 
 
 
 
 
Pocas películas muestran mejor esa fusión que el debut de Rodrigo Grande en la dirección de un largo, "Cuestión de principios" (2009). Amparándose en una pareja dorada, nada menos que Federico Luppi y Norma Leandro, Grande trae también a uno de los mejores actores argentinos de la actualidad, Pablo Echarri, para narrar una historia basada en un cuentecillo previo, la de un señor llamado Castilla y su lucha contra los molinos de viento... cuestión de principios.
 
 
 
 
 
 
En cierto sentido, esta comedia deliciosamente sencilla no está tan alejada de almas gemelas como "Don erre que erre" o "El puente sobre el río Kwai"... simplemente cabezonerías que se van de las manos y llevan a los protagonistas a enfrentarse a esta decisión. Considerado por muchos de sus compañeros de oficina como un tipo atávico y del Cromañón, Castilla alcanza un gran relieve cuando se niega a vender una vieja revista al joven y algo presuntuoso jefe que ha llegado a Rosario. Siendo la pieza que falta a su colección, éste parece dispuesto a pagar cuantos pesos sean necesarios de más por el objeto, pero, habiendo una fotografía de su progenitor en ella, para el propietario, hay cosas que no se pueden comprar con dinero.
 
 
 
 
 
La aparente tontería va ganando fuerza a través de un argumento muy bien llevado y unos intérpretes maravillosos. Los secundarios del día a día del trabajo de Castilla son estupendos, igual que sucede con los mejores secundarios, puede salir un tipo para decir dos frases... pero cómo las dicen. Lógicamente, entre los protagonistas, Luppi sobresale como el terco protagonista, viviendo de su talento para terminar haciendo agradable a este hombre con aristas. Actor increíble que no necesita presentación en España, para muchos, el papel de su vida, para Luppi, un día más ticando antes de salir a las 8.
 
 

¿Y qué decir de Norma Leandro? Lo de esta intérprete es de ciencia ficción. Cualquiera que haya visto "El hijo de la novia" o "La historia oficial", sabrá a qué hace referencia el blog cuando afirma que estamos ante una actriz absolutamente súper-dotada. Tiene una manera única de mirar, de moverse, de gesticular... Hace creíble cada uno de sus diálogos y su química con Luppi es maravillosa, en un re-encuentro que los amantes del séptimo arte llevaban esperando más tiempo de la cuenta.
 
 
 
Entre la Nueva Guardia, Pablo Echarri, a quien algunos recordarán por su interpretación en "El método", cuaja otro notable trabajo para su filmografía. Pese a la juventud, el director no cae en la tentación de caer en historias de claros y oscuros y hasta el joven y altivo jefe tiene su corazoncito y su historia de por qué ha vuelto desde España a hacerse cargo del departamento de Rosario. Nuevamente, poca plata, mucho ingenio y personajes bien desarrollados, la fórmula mágica que gente como Campanella ha abanderado para colocar sus cintas de tú a tú con quien se tercie.
 
 
 
 
Este viejo pibe y sus molinos de viento son algo más que un honesto entretenimiento... a veces, en el teatro, el entremés eclipsa a la obra principal que se pretendía ver.
 
 
 
 
 
 
 

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