domingo, 20 de marzo de 2016

PENNY DREADFUL: DARK PLEASURES




A finales del siglo XX, un genial y heterodoxo guionista de cómics, Alan Moore, decidió sorprender a la industria con un concepto muy innovador. Acompañado del eficaz dibujo de Kevin O´Neil, el escritor presentó a la denominada como Liga de los hombres extraordinarios, una agrupación en los días de la Gran Bretaña victoriana que aunaba a algunos de los estandartes de la literatura fantástica (por ejemplo, Mina Harker, el doctor Jekyll, el capitán Nemo...). Ahora, desde 2014, tenemos otro invitado a esa fiesta metaficcional, en este caso, destinado a la pequeña pantalla: Penny Dreadful. 



Los antiguos decían que el nombre amenaza, es decir, que era una tarjeta de presentación de las virtudes y defectos de quien lo porta. Esta serie de la cadena Showtime invita a recordar un tipo de novela y folletín muy característico del pasado. Igual que Quentin Tarantino hizo resucitar el pulp, John Logan pretende hacer resurgir de sus páginas a Dorian Gray, Drácula, el doctor Frankenstein, etc. Hoy analizamos la primera temporada del programa, la cual contiene 8 sangrientos episodios que invitan a pensar que los monstruos han vuelto en todo su esplendor. 



La primera lanza que debe partirse a su favor es su acertado casting, muy cuidado. Sobresale en las presentaciones Eva Green como Vanessa Ives, una peculiar médium que intenta ayudar a Sir Malcolm Murray a encontrar a su hija Mina, la cual puede estar aprisionada en el peor de los infiernos. Hay actrices que son excelentes siendo femmes fatales; otras se consagran en roles más emocionales y vulnerables. Green se cuenta en la corta lista de intérpretes que pueden alternar ambos registros sin ninguna clase de dificultades; a veces, en la misma escena. Con sentido del riesgo, brinda un personaje complicado y con muchos momentos climáticos, nada fáciles de rodar Ella sola ya bastaría para ver la serie, pero es apenas la punta del iceberg de un excelente elenco.



Una buena muestra de ello se exhibe en los diálogos y duelos interpretativos que brinda el choque de Sir Malcolm con un pistolero contratado para la arriesgada misión: Ethan Chandler. El primero es nada menos que Timothhy Dalton, un excelente y solvente actor con una gran trayectoria. Su buen hacer con su personaje sorprende menos que la versatilidad de su más joven compañero de viaje, un Josh Hartnett que sobrepasa el perfil de galán estándar para brindar una personalidad con muchas aristas. El tormentoso romance que inicia este aventurero con una prostituta (Billie Piper) es una de las mejores subtramas de la primera temporada.



Como todo no pueden ser parabienes, resaltar que entre los primeros episodios y los siguientes hay una cierta búsqueda de coger el tono. El piloto parece querer mostrar mucho en poco tiempo, algo lógico teniendo en cuenta su condición de boceto de lo que será el show, pero se alterna un argumento que podría ser absorbente con acción muy efectista (vampiros por doquier, carnicerías en almacenes, mucho susto de que de repente alguien meta un grito...). Una falta de sutileza, a veces, que se cobra su peaje en la presentación del doctor Frankenstein (Harry Treadaway) y su creación más célebre (Rory Kinnear). No es problema de los actores, sino de un gusto por cierto gore gratuito que le quita misticismo a la metáfora de Mary Shelley para convertirlo en algo más simple.



Afortunadamente, con un adecuado uso del recurso del flashback, hay un Rubicón que lleva a Penny Dreadful a unos callejones absorbentes. Los intentos de Sir Malcolm y su equipo de intentar salvar el alma de su hija Mina son una saga bien llevada y con escenas realmente sobresalientes. Cuando la serie coge carrendilla y acompaña a su espectacularidad visual de recursos ingeniosos en el desarrollo de los acontecimientos, cobra su mejor forma. Usando el ardid que es propicio en esta clase de epopeyas novelescas con criaturas fantásticas y romances imposibles, cada capítulo culmina en una incertidumbre que te obliga a aguardar con impaciente el siguiente como espectador.



Openings como el de un Dorian Gray (Reeve Carney) abandonando una exuberante orgía en su casa una noche tormentosa para cerciorarse de que su oculto retrato sigue a buen recaudo harán las delicias de los fans de este tipo de literatura. No obstante, también hay personalidades y situaciones que no se explotan en lo absoluto (imperdonable lo de Van Helsing), dejando una sensación de no haber sido aprovechados. Otros, como es el caso de Sembene (Danny Spani) deberán esperar a futuras temporadas para tener la oportunidad de conocerles mejor. 



Curiosamente, a pesar de tan buenos ingredientes en la premisa, la audiencia no ha sido la esperada en sus primeros compases (con todo, le ha ayudado la difusión de Sky Atlantic), aunque, de momento y por fortuna, este galeón victoriano avanza a aguas oscuras y manteniendo las expectativas de que quedan más cosas en la caja de Pandora. 



Un cóctel de suspense, violencia, erotismo y placeres culpables. Oscar Wilde no hubiera dudado acerca de cuál es la mejor forma de evitar esta tentación... 



ENLACES DE INTERÉS:



DARWYN CARSON-EL MUNDO OSCURO DE PENNY DREADFUL



3 MOTIVOS PARA VER PENNY DREADFUL (HIPERTEXTUAL)



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



http://www.bolumrehberi.com/Penny-Dreadful.asp



http://blogs.indiewire.com/leonardmaltin/the-dark-dank-world-of-penny-dreadful



http://hipertextual.com/2015/06/penny-dreadful

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