sábado, 28 de enero de 2017

WILLKOMMEN


Willkommen. Bienvenue. Welcome. Cae la noche en el Kit Kat Klub. Ocupen su localidad y presten todos atención, puesto que está a punto de levantarse el telón, habría pregonado el maestro Sabina. Nos encontramos en el Berlín de la década de los 30, una fría Nochevieja donde la persona turista debe buscar un poco de calor y compañía en el primer rincón acogedor. Entre las perturbadoras noticias sobre el movimiento nacional-socialista de Hitler y sus seguidores, este escondido cabaret permite recordar que hay otras cosas en la vida que oscuridad, un refugio para huir de la soledad y los problemas. Todo el mundo real queda fuera cuando Sally Bowles extiende una hermosa pierna enfundada en una media y pide que la invites a una copa. 



Aterriza durante estos días el musical de Broadway por Córdoba, Cabaret irrumpe con fuerza y con todo el dispendio que tiene una obra clásica cuya adaptación a la gran pantalla (1972) la terminó de consagrar en el imaginario popular. Bajo la dirección de Jaime Azpilicueta, una gran puesta en escena nos introduce de nuevo a estos queridos personajes, con el libro de Joe Masteroff y la música de John Kander. La butaca se gana su precio, créanme.  



José Carlos Campos aparece de inmediato para convertirse en Cicerone, maestro de ceremonias paganas y Marqués de Sade si se tercia para este viaje al pasado donde vuelven a aparecer temas como Money Money, Cabaret, Willkommen, etc. Y, de inmediato, el personaje de Cliff (Alejandro Tous), el aspirante a escritor que, como Peter Parker le hubiera podido decir, no sabe que he has just hit the jackpot cuando se topa con una pelirroja (Cristina Castaño) que es la reina de ese micro-cosmos: Sally Bowles. 



Un triunvirato de protagonistas que lucen tanto en los números de baile como con sus diálogos chispeantes. Hay mucha tela que cortar en estos romances que transcurren con un telón de fondo muy concreto. Ello se adereza sabiamente con distintas subtramas algunas tan encantadoras como la de la casera Schneider (Amparo Salazar) con Herr Schultz (Enrique R. del Portal), mientras se van desarrollando nuevos afectos y surgiendo peligrosos odios.  



Y es que conforme más se rasca la superficie del viejo tugurio, más aristas vemos en unas personalidades complicadas. Pueden cambiarse nombres (e incluso nacionalidades, puesto que en el famoso film, el personaje de Michael York era inglés, aquí norteamericano) y adaptaciones del libreto, pero el intrigante triángulo que va a conformarse con un amigo alemán a quien Cliff encuentra en su viaje en tren que lo lleva a la capital bávara siempre generará expectación. Interrogándose sobre la orientación sexual de Cliff, la inteligencia natural de Sally la lleva a una reflexión maravillosa: "¿Qué más da? Al final lo que todos somos es personas. Si me preguntases por qué me pinto las uñas de verde, simplemente contestaría que es porque me gusta. Lo otro es igual"



Realmente, existen pocas cosas con más gancho que los perdedores con atractivo y carisma. Las personas vencedoras siempre terminan hallando la crónica oficial que esconderá sus cadáveres debajo de la alfombra, mientras que la honestidad desnuda de las sinrazones y penalidades de los integrantes de esta Corte de los Milagros bohemia producen una inmediata curiosidad. 


Hasta el mes de febrero, Cabaret seguirá celebrando su cincuenta aniversario tras recorrer más de una treintena de ciudades españolas y con más de quinientas funciones a sus espaldas. Algo sigue enganchando al auditorio sobre esta atmósfera de bohemia y copas, una promesa de reírse de la vida con una gran carcajada, como si los encantos y los placeres de don Carnal nos permitieran entrar en la fortaleza de la máscara roja que concibió Edgar Allan Poe.



Lástima que la realidad, como le ocurre a nuestros protagonistas, siempre encuentre una manera de colarse por la puerta. Por más que busquen huir de la política y la inflación del marco, al final el hambre aprieta y todos somos capaces de hacer lo que fuere por un poco de dinero cuando estamos ante la espada y la pared. Comprendemos que la huida es terriblemente seductora cuando el compromiso puede traducirse en cristales rotos y noches de cuchillos largos.  



Pero ya saben el dicho del maestro de ceremonias: Entre aquí, la vida es hermosa en el cabaret. Las chicas son divinas. Incluso la orquesta es divina. Durante unas horas en el Gran Teatro, sin duda, así fue... 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES: 



-Gran Teatro de Córdoba, Cabaret, sesión del día 28 de enero de 2017 [Fotografía realizada por el autor del blog]







domingo, 22 de enero de 2017

ALIMENTANDO AL MINOTAURO


Cuenta la leyenda que el poderoso rey cretense Minos impuso un terrible tributo a los atenienses tras haberles derrotado. Los vencidos habían de enviar  a parejas de jóvenes sanas para entrar en un enrevesado laberinto donde aguardaba el monstruoso Minotauro, una poderosa y terrible criatura con la que los dioses habían castigado al monarca en el pasado. Como buen heleno, el economista Yanis Varoufakis rescata la mitología clásica para hablar de una realidad distinta, aunque no menos terrorífica: el marco económico surgido tras el descalabro de 2008. 



Antiguo ministro del gobierno de Alexis Tsipras, ese reputado economista realiza una disección en clave de metáfora de un complejo juego cuyas raíces no han sido las más subrayadas por la fiebre de la crisis que los medios de comunicación pregonaron hasta la saciedad desde entonces. Acostumbrados a escuchar que la culpa es de las clases bajas-medias por haber vivido por encima de sus posibilidades, no está de más que algún ensayo recuerde la ironía de un sistema donde los rescatados pusieron sus condiciones a quienes les ayudaban a recuperarse. El Minotauro global: Estados Unidos, Europa y el futuro de la economía mundial es un interesante y polémico estudio que no podrá dejar indiferentes a los ojos lectores. 



El recorrido del relato lleva a las distintas ramificaciones que fueron sucediéndose en el laberinto tras la II Guerra Mundial. El notable papel de los Estados Unidos fomentando la reconstrucción de las economías japonesas y niponas (con especial incidencia en el segundo caso de que los salarios tuvieron un crecimiento muy inferior al resto de los elementos en la ecuación). La Bolsa de New York se convirtió en el nuevo centro de poder de Minos, convenciendo a todos los superávits de que no existía otra opción que compartir tributo y nutrirse de esa burbuja. Con todo, el propio Varoufakis admite que durante mucho tiempo logró funcionar bajo la fachada de una forma admirable, llevándose una especie de doble contabilidad donde la creciente demanda permitía la re-inversión. 


Existen diferentes condicionantes en el enfoque. Los graves problemas afrontados por Grecia en base a estos sucesos dejan su impronta en alguien que los vivió en primera persona. Sin menoscabar en ningún caso el fortísimo influjo exterior, es cierto que, igual que el discurso de una sociedad que vivió por encima de sus posibilidades es vacuo hasta los límites del insulto, los países meridionales europeos deberían mirarse el ombligo acerca de cómo se permitieron adorar al becerro/minotauro de oro. 



Particularmente reveladores resultan los pasajes dedicados a la gestión económico dedicada durante la presidencia de Ronald Reagan, así como la desindustrialización llevada a cabo por la Dama de Hierro en Inglaterra. Habida cuenta de la fuerza alcanzada por el neoliberalismo más radical y el prestigio alcanzando por algunos de sus popes, no están de más estas advertencias de Casandra acerca de los riesgos de los extremos de esta filosofía.  



Laelaps, el perro de olfato infalible para encontrar a sus presas, fue encaminado por los caprichosos dioses olímpicos a buscar a la zorra teumesia, otro animal con un fantástico poder de fugarse a su antojo. Finalmente, Zeus se hartó de aquella actividad imposible y los convirtió en piedra, mandándolos a los cielos. Más sensatez tuvo el padre de las deidades que el complicado y aparatoso juego de hipotecas basura y fondos sin garantía que terminaron dinamitando las operaciones de especulación, con un mayor alcance todavía que en el temido crack del 29 (el cual también es tratado en el ensayo). 


Planteadas de una manera mucho más divulgativa que el árido e impersonal estilo que suele propugnar esta ciencia para los neófitos, las páginas de economía de este texto simplifican, algo digno de agradecerse en una materia que se ha envenenado últimamente por disfrazar sus recovecos en la ornamentación. Por supuesto, Varoufakis ha gozado, goza y gozará de un buen número de opositores, algo a lo que él también alienta con unas maneras que se salen del protocolo oficial y etiqueta que impera en Bruselas. Más profundas y certeras son las críticas que advierten de que un excesivo personalismo y auto-condición de azote del Fondo Monetario Internacional en conferencias o producción pueden beneficiarle a él, pero en nada ayudan a un país que precisa de pocos brindis al Sol. 



Una de las polémicas más curiosas del reflejo de este tiempo que le implican tienen que ver con una fotografía que circuló por la red de él con su esposa disfrutando de una posición privilegiada y buen vino frente a la Acrópolis de Atenas. No pocos aprovecharon la oportunidad para señalar con el dedo al economista de simpatías neomarxistas que no predicaba con el ejemplo lo que decía en sus diatribas. Personalmente, no me parece incompatible una ideología crítica con el capitalismo más salvaje con disfrutar de una agradable velada con tu pareja, si bien, como suele suceder en el arte de las cuentas, es relativamente cómoda la posición de dedo acusador sobre lo que se hizo. Complicado adivinar qué es lo que está destinado a suceder, especialmente cómo paliar la carga de Atlas de los sectores poblaciones que más sufren. 



Como muestra, es llamativo lo taxativo que se muestra Varoufakis acerca de que China no va a heredar el manto de influencia económica de Estados Unidos en las próximas décadas, a pesar del peso de su modelo sobre los otros tigres asiáticos. Solamente Cronos dará y quitarán razones. Rara vez se pierde el tiempo leyendo un libro, aquí tampoco sucede. Abran sus páginas para oír otra versión, coincidan y discrepen, vean dónde no les convence y qué les revela este particular economista. Es otra perspectiva más de lo que nos viene pasando desde 2008. Cuántas más vayamos sabiendo, mejor para todos. 



ENLACES DE INTERÉS:



-RESEÑA EN EL SALMÓN CONTRACORRIENTE



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-https://www.amazon.es/Minotauro-Global-ENSAYO-ECONOM%C3%8DA-YANIS-VAROUFAKIS/dp/8466330615



-https://yanisvaroufakis.eu/books/the-global-minotaur/el-minotauro-global-the-global-minotaur-in-spanish/



-http://www.traveler.es/viajes/rankings/galerias/100-cosas-sobre-nueva-york-que-deberias-saber/353/image/16477

domingo, 15 de enero de 2017

ALLÁ DONDE CAIGA LA FLECHA...


Es una sonrisa que recordamos muy bien, la hemos visto miles de veces en pantalla grande o pequeña. El sagaz arquero contempla la llegada de su legítimo monarca, el rey Ricardo, mientras su hermano Juan y sus explotadores cobradores de impuestos han sido derrotados, una vez más, por los leales súbditos. Robin ha sido parte fundamental en el proceso; al menos, así lo quiso perpetuar la leyenda y, con mucho más ahínco, Hollywood. El film que hoy nos ocupa, Robin y Marian (1976) no cuestiona, bajo ningún concepto, ese precepto. Su protagonista es, de nuevo, el guerrero de Sherwood, podría ser cualquier de los anteriores encarnaciones, incluso el de la mítica versión de Errol Flynn (1938). 



No obstante, la película dirigida por Richard Lester tiene un truco que todavía la hace destacar en el carcaj filmográfico de la leyenda. Es el mismo Robin de siempre, pero pasado por los estragos de la edad y de la guerra. Olviden la eterna mueca de divertida auto-confianza y vean a un viejo soldado inglés con su inseparable camarada, mirando una fortaleza de mala muerte en el largo camino de regreso a casa. Es un objetivo militar de nulo interés, una batallada absurda y masacre sin sentido. Finalmente, sus sensatos consejos a Ricardo, apodado Corazón de León por su desempeño en las Cruzadas, solamente les darán como tributo el calabozo. 



Así empieza esta parte del cuento, la nunca narrada. Nada menos que Sean Connery da vida aquí al hombre que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. En el momento justo para este papel, el consagrado actor logra dar toda la madurez y el desengaño que transmite el inteligente guión planteado por James Goldman. Robin está harto, como también le sucede a su inseparable Little John (un Nicol Williamson que habla poco, pero cuando lo hace es para dictar sentencias imborrables, imperdible un diálogo suyo con Marian), del largo periplo. 


Dos amigos que partieron por fidelidad a su soberano y con la ilusión de hacer algo grande en las Cruzadas. Pronto, comprenderían que lo que les aguardaba eran las atrocidades de Acre, las violaciones, el saqueo y toda la barbarie que va asociada al concepto de guerra santa. Richard Harris da vida al siempre controvertido rey Ricardo (imprescindible a este respecto la biografía de Jean Flori sobre este personaje y su época) de una manera tan descarnada que se adivina su influencia en la versión de Ridley Scott décadas después (2010). 



Mucho dejaron atrás en Inglaterra, pero alguien tenía un valor claro sobre el resto: Marian. Audrey Hepburn da aquí la réplica a la presencia de Connery con una enamorada que hubo de acostumbrarse al desengaño. Tornada en abadesa y buscando una pequeña parcela de poder en un mundo de hombres, la antigua amante de Sherwood se torna en algo diferente, si bien quedan restos de una gran pasión. Antes de Ricardo y la guerra con Saladino fueron Romeo y Julieta, ahora presentan algunas arrugas pero poseen una lucidez mucho mayor acerca de lo que perdieron por el camino. 



Término abusado hasta la saciedad, no pocas de las llamadas películas románticas tienen un cierto aroma a irrealidad y, con perdón, toque empalagoso. No sucede así con este romance verdadero pero real, donde los estragos del tiempo y la desilusión también hacen acto de presencia. Y eso no menoscaba a la pareja, sino que convierte a Robin y Marian en más interesantes de lo que fueron en la tradición impoluta y sin defectos. 


Y para todo ello hacía falta una última pieza en el puzzle. No se puede hablar de los forajidos del bosque sin hacerlo, en cierta medida, del sheriff de Nottingham. Generalmente presentado como el avaricioso, no demasiado espabilado y bastante mezquino opresor de los habitantes de su jurisdicción, aquí encontramos a Robert Shaw cuestionando esas premisas de forma brillante. Shaw no brinda un villano para el héroe, sino un personaje sumamente complejo que, al igual que Robin, parece estar obligado por un destino invisible a cumplir con su rol. 



El señor de Nottingham también parece cambiado. No parece sentir mayor apego por el rey Juan del que Robin ha terminado sintiendo por Ricardo, aunque ambos se comportan como leales y competentes vasallos. A diferencia de otras versiones, aquí la autoridad es capaz de sentir dolor por sus soldados que caen en batalla, lamentándose incluso de no haberles adiestrado lo suficiente. Shaw y Connery otorgan de la nobleza de Aquiles y Héctor a sus creaciones, hasta el punto de sentir que es un verdadero desperdicio de valor y talento que uno de esos dos hombres termine matando al otro, cuando tienen mucho más en común de lo que las apariencias invitan a pensar. 



Y, por supuesto, al final de todas las aventuras, el inicio y el cierre será el mismo: Robin y Marian. Un tercer acto que, habida cuenta del contexto, no puede desprenderse de ese sabor agridulce. De cualquier modo, pese al inexorable paso del tiempo, de las arrugas y los achaques de las rodillas al saltar, nadie puede dudar que estamos ante el film más melancólico y verazmente romántico que nunca se ha hecho sobre el arquero. 



ENLACES DE INTERÉS:



-REGARDING SHERIFFS



-RESEÑA EN CINE SIN FIN



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-https://dvdbash.com/2013/01/02/audrey-hepburn-robin-and-marian-1976-starring-sean-connery/



-https://candledance.wordpress.com/2014/01/14/ros-addendum-the-greatest-enemy-regarding-sheriffs/



-https://candledance.wordpress.com/2014/01/14/ros-addendum-the-greatest-enemy-regarding-sheriffs/

sábado, 7 de enero de 2017

EL HÉROE BAJO LA CAPUCHA


Al final, Luke lo comprendió. De haber nacido rubio y con los ojos azules, le habrían llamado Capitán América. Sin embargo, un tipo como él, forjado en Harlem y con esos poderes, no dejaría de ser descrito como "un negro con una capucha". Un tipo peligroso, alguien que sería culpable hasta que pudiese demostrar lo contrario. Tras las deliciosas Daredevil (temporada 1 y temporada 2) y Jessica Jones (temporada 1), Netflix vuelve a la carga con un nuevo héroe urbano, Luke Cage. Un ambicioso proyecto coral que sabe muy bien a dónde va encaminado (Los Defensores). 



No obstante, hay varios problemas con este héroe de alquiler, surgido en plena época de blaxploitation, bajo los fértiles e imaginativos lápices de John Romita Senior. Aquel poderoso paladín bebía de Shaft y aquellas películas donde Pam Grier se convertía en un icono que el mismísimo Quentin Tarantino se vio obligado a rescatar en Jackie Brown (1997). De cualquier modo, todo necesitaba una re-actualización para que en la pequeña pantalla el bueno de míster Cage se adaptase a los tiempos que corren.



Maureen Ryan, escribiendo para Variety, regaló elogios a la emotividad e inteligencia que Mike Colter aporta a un Luke que se acerca mucho a la estética que Michael Bendis y David Finch le dieron, haciéndolo más urbanita y callejero. Efectivamente, así es, Colter muestra a un míster Cage que añora la época en el Madison donde Patrick Ewing y Charles Oakley eran quienes ponían músculo y agallas bajo tableros, una época de currantes; como hubiera dicho Tony Soprano, el protagonista sería el exponente de esa especie en extinción; la de aquellos tipos fuertes y silenciosos, unos que guardaban sus sentimientos, aunque los tengan a flor de piel.


Para una mayor sensación de continuidad con sus predecesoras, encontramos también entre los personajes recurrentes del programa a Claire Temple. Buena noticia en cuanto a que conecta de manera clara a Daredevil y Jessica Jones con Luke, mejor todavía si ello implica disfrutar de más capítulos con la siempre impagable presencia de Rosario Dawson, comodísima como esta enfermera a quien el kismet parece haber tocado con el dedo para toparse con esta nueva línea de héroes Marvel.



No es la única presencia femenina de peso, porque Luke conectará muy pronto con la detective Misty Knight (una gran Simone Missick), del lado de la ley en Harlem, pero cocinera antes que fraile en su caso, puesto que ha jugado al baloncesto en sus canchas de cemento y verjas, defendiendo los colores de los Detroit Pistons en New York, eso curte. Miss Knight es una personalidad con gancho y cuya tensión no resuelta con el protagonista dará mucho juego.



Como habrán observado, muchas cuestiones relativas a cómo dar vida al barrio, los caracteres de unos y otros, ¿y lo superheroico? Tardarán en aparece esos elementos, quizás lo que más críticas haya costado a esta tercera serie de Netflix sobre los tipos con mallas. Ante la espectacularidad de Daredevil o la originalidad de Jessica Jones, los avatares del héroe de alquiler pueden parecer más terrenales. Pero ello tampoco debería invitarnos a subestimar la calidad de un producto más que bien hecho o renunciar a un corte de pelo en la barbería de Pop. 


Y es que resulta cierto señalar que falta aquí la colosal presencia de un Kinping (D´Onofrio) o del carisma con el que David Tennant supo revestir a Kilgrave. De cualquier modo, si bien se echa en falta esa Némesis que se contraponga al héroe, Luke Cage acicala y mejora al dueño del paraíso en Harlem, un Cottonmouth a quien Mahershala Ali (a quien los fieles seguidores ya conocerían desde House of Cards) da unas cotas de sensibilidad y debilidades que lo convierten en uno de los personajes más interesantes de la trama.  



Pero el bueno de Cottonmouth, precisamente por esa complejidad de la que le dota Ali, tampoco nos sirve como esa presencia maligna que resulta tantas veces imprescindible en el tablero superheroico. Tampoco su inteligente y pragmático lugarteniente (caracterizado por Theo Rossi, a quien ya disfrutamos en Hijos de la Anarquía). En ocasiones, interesan más los diálogos e interacciones entre los diferentes secundarios que las supuestas peleas épicas, sin que hallemos aquí un equivalente a los momentos más espectaculares de Daredevil.



Como fuere, Colter ha venido para quedarse con Luke, brindando una actuación que garantiza que, si la Cocina del Infierno tiene a su demonio, Harlem no se va a quedar atrás con el héroe bajo la capucha. Demos la bienvenida a míster Cage.



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-https://www.youtube.com/watch?v=Ymw5uvViqPU



-http://www.indiewire.com/2016/10/luke-cage-back-to-the-future-stan-lee-easter-eggs-1201733058/



-http://blogdesuperheroes.es/series-imagenes-marvels-luke-cage-poster-individual-cottonmouth

domingo, 1 de enero de 2017

EL VALLE DE LOS PROSCRITOS



Indudablemente, parecía una locura. Durante un tiempo, diferentes equipos creativos habían intentado encauzar una de las series más emblemáticas del cómic franco-belga, Spirou; sin embargo, nadie parecía encontrar la tecla que permitiera a la serie alcanzar una entidad propia tras la marcha del mítico Franquin, la etapa más querida por los incondicionales del intrépido botones. Irónicamente, como en ocasiones sucede, la sucesión de candidatos provocó que la editorial confiase en dos caras nuevas, unos recién llegados que no estuvieran tan condicionados por el legado anterior: Tome y Janry. 



La propuesta de Dupuis no tenía conciencia de lo acertado de su improvisada decisión. Tome y Janry no solamente suponían la asociación lógica de dos artistas, eran amigos. Y precisamente esa armonía se transmite en un ciclo que revitalizó por completo al protagonista y su inseparable amigo Fantasio. La década de los ochenta supuso que el héroe se decidió ponerse acorde con su tiempo, sin mancillar la herencia del maestro Franquin, pero aportándose elementos novedosos y aventuras épicas. 



Distanciándose respetuosamente de Fournier o el mismo Franquin, aunque repletos de guiños con el pasado, la pareja lleva a Spirou y Fantasio a dar un paso más allá, siendo cada álbum una especie de película de aventuras independiente, si bien al leerlas todas, se observan múltiples vasos comunicantes. Hoy enlazamos el final de la trepidante historia Con el agua al cuello (1988), ubicada en la meseta de Nepal, donde la pareja de protagonistas (junto con la ardilla Spip), la cual dejaba a los héroes perdidos en un macizo montañoso recóndito, ajenos a haberse adentrado en el valle de los Butchiks. 


A pesar de ser un cómic excelente (una especie de mini El Alamein que no da un segundo de respiro en una persecución constante), Con el agua al cuello suele quedar eclipsado por su secuela: El Valle de los Proscritos. Tal vez sea en sus páginas donde Tome y Janry dieron un paso más allá en la mitología del botones para firmar un auténtico clásico que, todavía a día de hoy, perdura como uno de los pilares destacados del Panteón de la serie. 



Sin mayor apoyo o secundarios que una exótica y traicionera naturaleza, Spirou y Fantasio dependerán de sí mismos, aunque pronto deberá será una aventura individual para cada uno. El segundo de ellos recibe la picadura de los mosquitos de la zona, portadores de una locura que hará al amigo del pelirrojo protagonista una verdadera amenaza. Usando el humor metaficcional, los creadores se divierten colocando a un desquiciado Fantasio que quiere eliminar a su compañero para tener una revista con su propio nombre. 



Por su lado, Spirou tiene en el valle una oportunidad que no siempre se le presenta. Igual que otros compañeros ilustres como Tintín, comparte la maldición del héroe de viñetas franco-belga que jamás duda o vacila. Ángeles de bondad con los que la persona lectora difícilmente puede identificarse, prefiriendo, por lo general, a varios de sus carismáticos y más humanos secundarios. Eso sí, hay muy honrosas excepciones (Diario de un ingenuo) que han demostrado toda la ternura que puede despertar el personaje en solitario. Aquí, Tome y Janry quitarán cualquier zona de comodidad al mito, enfrentándolo a su mejor amigo y viéndose en una soledad desesperante. 


Stephane de Becker da los colores a una atmósfera muy especial, una narración gráfica de trazo elegante y que adentra al lector en una cultura remota y ancestral, escenario portentoso donde no hubiera desentonado encontrarse con Indiana Jones. Una profunda libertad parece respirar cada página, obligándonos a abrir los ojos en todo momento, temerosos de perdernos el más nimio detalle. 



Una de las cuestiones que más obsesionaban a Tome y Janry era la la riqueza y variedad de los fondos, quizás uno de los aspectos de ellos mismos que menos les gustaron en su arranque en la colección. Aquí ya encontramos exactamente lo que querían, plagando de riqueza cada tramo del valle, jugando con la riqueza de la oscuridad y los tesoros escondidos. 



En una fascinante simbiosis, los dos amigos habían logrado una complicidad tan idónea que los propios Spirou y Fantasio la habrían envidiado. Para los amantes de las viñetas, una inmejorable manera de dar la bienvenida a este 2017. Feliz años a todos los lectores/as de Amarcord. 



ENLACES DE INTERÉS:



-LA OFICINA DE SPIROU-RESEÑA



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-http://spirou-fantasio.blogspot.com.es/2013/02/el-valle-de-los-proscritos.html



-http://www.todocoleccion.net/comics-grijalbo/las-aventuras-spirou-fantasio-n-26-agua-cuello-grijalbo~x43415442



-http://www.todocoleccion.net/comics-grijalbo/las-aventuras-spirou-fantasio-n-27-valle-proscritos-grijalbo~x56629494